Entre el 6 de diciembre de 2024 y el 23 de febrero de 2025, Marte, el planeta de la acción, los inicios, la fuerza de voluntad y el deseo, estará retrógrado, moviéndose entre los signos de Leo y Cáncer. Este tránsito nos desafía a repensar cómo usamos nuestra energía, dónde ponemos nuestra fuerza, y a reflexionar sobre lo que realmente nos mueve y la razón de nuestras motivaciones más profundas. Marte retrograda cada dos años, pero su paso entre estos dos signos tan diferentes crea un panorama particularmente interesante de autoconocimiento y reconfiguración emocional.
Fechas claves del tránsito:
Sombra pre-retrógrada: del 20 de octubre al 5 de diciembre de 2024. Se activan los temas que revisaremos durante la retrogradación.
Marte retrógrado: del 6 de diciembre de 2024 al 23 de febrero de 2025.
Sombra post-retrógrada: del 24 de febrero al 16 de abril de 2025. Aquí integramos las lecciones aprendidas.
El simbolismo del retroceso de Leo a Cáncer
El viaje de Marte comienza en Leo, un signo de fuego que representa el orgullo, la creatividad y el deseo de ser visto y admirado. Sin embargo, durante la retrogradación, ese impulso puede bajar su velocidad. Luego Marte regresara a Cáncer, signo de agua asociado a las emociones, el hogar y el instinto protector. Este movimiento nos pide reflexionar sobre cómo canalizamos nuestra energía creativa (Leo) y cómo cuidamos de nosotras mismas y de nuestras raíces emocionales (Cáncer).
En términos prácticos, puede sentirse como un tira y afloja entre la necesidad de avanzar y la sensación de ser llamado a un espacio más interno, más vulnerable.
Los desafíos del tránsito:
Freno en la acción y a toma de decisiones: Marte retrógrado suele traer lentitud o frustración en proyectos que parecían avanzar bien. En Leo, esto puede sentirse como una crisis creativa.
Conflictos emocionales: Al entrar en Cáncer, Marte puede reactivar viejas heridas emocionales o tensiones familiares, pidiendo que enfrentemos lo que hemos evitado.
Impaciencia y agotamiento: Al querer empujar en lugar de fluir, es posible que nos desgastemos. La clave será observar qué energías debemos soltar o redirigir.
El lado positivo de esta retrogradación:
Aunque Marte retrógrado puede ser incómodo, también nos ofrece una oportunidad única para replantear nuestra relación con el deseo, la acción y el coraje.
Reconectar con el propósito: En Leo, este tránsito nos invita a redefinir nuestras pasiones y verificar si realmente son auténticas o están basadas en la validación externa.
Sanar las emociones: En Cáncer, Marte retrógrado abre la puerta a la sanación emocional. Es un tiempo para reconciliarte con tu pasado, con tu hogar y con tu niño interno.
Reflexionar antes de actuar: Este período es ideal para observar cómo reaccionamos ante los desafíos. En lugar de actuar impulsivamente, podemos aprender a movernos desde un lugar más consciente.
Reflexiones finales:
Marte retrógrado entre Leo y Cáncer no nos pide dejar de actuar o deternos, sino aprender a avanzar con mayor sabiduría. Es un recordatorio de que la fuerza no siempre está en el empuje constante, sino en la capacidad de mirar hacia adentro, tratar de sanar lo que duele y construir una base más sólida desde donde proyectar nuestras pasiones y deseos.
Este tránsito nos enseña que cada pausa tiene un propósito y que la vulnerabilidad también es una forma de poder. ¿Qué batallas realmente valen tu energía? ¿Qué heridas necesitan tu atención para que puedas avanzar con más autenticidad? Marte retrógrado nos invita a responder estas preguntas con el corazón abierto y la voluntad de transformar nuestro ser más profundo.
Gracias por leer hasta acá.
Con amor.
Andre
